Las células cancerosas pueden considerarse como células propias alteradas que han escapado a los mecanismos de regulación normal de crecimiento. Estas células dan lugar a clonas que pueden alcanzar un tamaño considerable con producción de un tumor o neoplasia.
La acción de la Micoterapia reside justamente en recuperar este principio de inmunovigilancia, manteniendo en estado de alerta a las células patrulladoras del sistema inmunitario, proporcionando vigilancia continua, eficaz y capaz de atrapar y eliminar las células que experimentan una transformación maligna.
Cuando las células normales se convierten en células cancerosas, algunos de los antígenos de sus superficies cambian, los cuales al desprenderse incitan la acción de parte de los defensores inmunes incluyendo las células Natural Killer NK y los macrófagos. En consecuencia, la transformación celular desencadena una respuesta inmunitaria, la cual se encarga de evitar transformaciones neoplásicas. Por tanto, los tumores se desarrollan cuando el sistema de vigilancia inmune se daña o está parcialmente suprimido.
Los β-glucanos presentes en los hongos poseen capacidad para estimular la inmunidad innata que desempeña una función de primer orden en la destrucción de células transformadas.
El cáncer es una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo.
Es posible que el cáncer comience en cualquier parte del cuerpo humano, formado por billones de células. En condiciones normales, las células humanas se forman y se multiplican (mediante un proceso que se llama división celular) para formar células nuevas a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen o se dañan, mueren y las células nuevas las reemplazan.
A veces el proceso no sigue este orden y las células anormales o células dañadas se forman y se multiplican cuando no deberían. Estas células tal vez formen tumores, que son bultos de tejido. Los tumores son cancerosos (malignos) o no cancerosos (benignos).
Los tumores cancerosos se diseminan (o invaden) los tejidos cercanos. También podrían viajar más lejos a otras partes del cuerpo y formar tumores, un proceso que se llama metástasis. Los tumores cancerosos también se llaman tumores malignos. Hay muchos tipos de cáncer que forman tumores sólidos. Pero los cánceres de la sangre, como la leucemia, en general no forman tumores sólidos.
Los tumores benignos no se diseminan a los tejidos cercanos. Cuando se extirpan los tumores benignos, no suelen volver, mientras que los tumores cancerosos a veces vuelven. Pero los tumores benignos a veces son bastante grandes. Algunos podrían causar síntomas graves o poner en peligro la vida de la persona, como los tumores benignos en el cerebro o el encéfalo.
¿Qué hongos medicinales tienen propiedades útiles para combatir el cáncer?
A través de los hongos seleccionados pretendemos una mejor respuesta del tratamiento convencional y reducir los efectos asociados a estos tratamientos.
Las carencias nutricionales del enfermo oncológico son un fenómeno complejo, de etiología multifactorial y de consecuencias clínicas importantes, que presentan una relación indisociable con la severidad de la enfermedad. Al mejorar el estado nutricional del paciente mejoramos su respuesta inmunológica y con ello el riesgo de infecciones oportunistas y efectos secundarios. Existen datos que justifican el uso de extractos de hongos como complemento en tratamientos de quimioterapia para reducir dolor, caquexia y efectos secundarios (pérdida de pelo y apetito, vómitos, etc.).
Un correcto estado nutricional ayudará a:
- mejorar la tolerancia a los tratamientos y/o disminuir las complicaciones derivadas de los mismos.
- mejorar la respuesta de nuestro sistema defensivo (inmunológico) frente a las enfermedades y con ello reducimos también el riesgo asociado a estas.
- aumentar la actividad física, la movilidad, etc., reduciendo los periodos de convalecencia.
- favorecer un estado psico-emocional más adecuado, reduciendo la depresión, astenia, ansiedad, etc.
- mantener un adecuado equilibrio del organismo (homeostasis) y un correcto funcionamiento de órganos y sistemas.